La entrada de Amazon y Facebook al mundo financiero pone en cuestión la posición tradicional de los bancos minoristas
En 2019, Facebook anunció que planeaba lanzar su propia criptomoneda llamada Libra, la cual sería emitida y manejada por la Asociación Libra, en la que Facebook es uno de los miembros. El objetivo de Libra es crear un sistema financiero más inclusivo y una plataforma de pago más económica y eficiente para transacciones nacionales e internacionales. Sin embargo, debido a temores de que Libra pudiera ser una amenaza para las monedas emitidas por los bancos centrales y servir como canal para el flujo de capital ilegal, surgió un fuerte rechazo de los gobiernos y bancos centrales de todo el mundo. En respuesta, Facebook modificó sus planes para Libra en abril de 2020 para abordar algunos de estos miedos. Más tarde, en diciembre de 2020, la Asociación Libra cambió su nombre a Asociación Diem, un cambio de imagen que parecía estar destinado a tratar de eliminar la conexión entre Facebook y Libra en la mente de las autoridades gubernamentales y bancarias.
Ahora, Facebook presenta Diem como un conjunto de monedas digitales limitadas a ser utilizadas como medio de pago y totalmente respaldadas por una reserva compuesta por divisas fuertes como el dólar estadounidense y el euro. Por ejemplo, una moneda digital de un dólar Diem solo se emitirá cuando un dólar estadounidense sea depositado en la reserva Diem.
El respaldo total de Diem sugiere que proporcionará una reserva estable de valor, por eso se le conoce como stablecoin o moneda estable, y no tendrá impacto en la política monetaria porque no supondrá la creación de dinero nuevo. Sin embargo, los bancos centrales todavía temen que Facebook pueda utilizar su masiva influencia financiera para emitir unidades de Diem respaldadas por sus propios recursos en lugar de monedas fiduciarias que son las emitidas por un gobierno o banco central que se consideran legalmente aceptables para el pago de bienes y servicios, sin estar respaldadas por oro u otra riqueza. Es interesante y, en cierto modo, inquietante, la posibilidad de que grandes compañías multinacionales de redes sociales y plataformas digitales como Amazon puedan convertirse en actores importantes en los mercados financieros al emitir sus propios «tokens» (unidad de valor creada por una organización para gobernar su modelo de negocio y dar más poder a sus usuarios para interactuar con sus productos, mientras facilita la distribución y reparto de beneficios entre todos sus accionistas) y monedas.
Las Amazon Coins ya se pueden usar para comprar juegos y aplicaciones en la plataforma de Amazon; es concebible que estos tokens puedan terminar siendo utilizados para comercializar una mayor variedad de productos en la plataforma. El respaldo de una gran compañía podría asegurar la adopción masiva de una moneda digital y cambiar la forma en que se realizan las transacciones financieras en todo el mundo. Aunque la criptomoneda y los tokens tienen el potencial de revolucionar la forma en que se realizan las transacciones financieras y proporcionar una mayor inclusión financiera, también hay preocupaciones sobre la seguridad y la privacidad. Además, la regulación y el control gubernamental de estas monedas y tokens sigue siendo un tema controvertido y no resuelto. A medida que estas monedas y tokens digitales se vuelven más populares y ampliamente utilizados, es importante que se aborden adecuadamente estos temas para garantizar un uso seguro y responsable.
Autor: Raul Machado